jueves, 26 de mayo de 2011

Fashion Army

Otro estilo que pega fuerte este verano, repitiendo también éxitos anteriores, es el militar.

Las prendas de este tipo se democratizan hasta tal punto que no resulta complicado encontrar mezclas, hasta hace relativamente poco tiempo impensables, como una parka con tacones o una prenda estampada en camufaje con otra lencera de encaje o crochet.



De estas fusiones han surgido tandems tan exitosos como las chaquetas verde militar con camisetas y vestidos de rayas marineras en un perfecto estilo tierra-mar.



El estampado de camuflaje se convierte en una colorida paleta de pintor que va desde el rosa más dulce hasta el verde más purista (prendas propias de "La recluta Benjamín") pasando por grises urbanos, azules y marrones que toman forma de bolsos, camisetas, pantalones, cazadoras, sandalias y todo tipo de complementos, consiguiendo un efecto totalmente contrario al que se esperaría de una de estas prendas en zona de combate, PASAR DESAPERCIBIDO.



Los cargo, en sus versiones corto o largo que con su corte masculino, no sólo no restan feminidad a nuestra figura, sino que la enfatizan convirtiéndonos en dignas sustitutas de "La teniente O'neil".




Prepara tu vestidor para ser invadido por prendas militares con las que



DAR GUERRA todo el verano desde por la mañana, hasta bien entrada la madrugada.

viernes, 20 de mayo de 2011

¡Corten!

La difícil situación económica ha llevado a los fabricantes a la búsqueda incansable de la sostenibilidad dentro de la creatividad con bizarras acciones como la reducción de la longitud de los pantalones hasta límites insospechados (rozando la frontera de los complicados hot pants, quizás a modo de compensación por el derroche en la longitud de las maxifaldas de esta temporada)...


...y puede que haya sido esta acción la que ha llevado al short a convertirse nuevamente en uno de los indiscutibles protagonistas del 2011.


A pesar de ser un habitual en los outfits veraniegos y de haber salido airoso de su duelo contra los rigores de varios inviernos ha reaparecido en la escena estival con la fuerza de un ave fénix que resurge de sus cenizas y se ha presentado ante nosotras en todas las variantes de largo, color y material posibles.


No hay un estilo, un acontecimiento ni un momento del día donde no tenga cabida un short.

Más allá de la versatilidad de la variante tejana, que lleva varias temporadas entre nosotras, nos encontramos versiones "Working girl" en materiales densos como el cuero o el ante (ampliando su uso hasta el verano y cuyo efecto se contrarresta con vaporosas blusas) que en su formato se acercan a las faldas-pantalón consiguiendo el efecto volumen, además de a través del material, por el largo a medio muslo y el corte con pinzas; los retro, de cintura muy alta y doble botonadura que, aparte de estilizar la figura


(crean siluetas de cintura estrecha e infinitas piernas tipo la cinematográfica Brigitte Bardot en Cannes) completan a la perfección tanto un smart look como uno de tintes pin-up o unas particulares "Vacaciones en el mar"


Los chinos y los cargo, especialmente aquellos de efecto envejecido, perfectos para militar o safari total looks; los de tejidos naturales como lino, crochet o guipur para las tardes de playa y los paseos en barco que,para las actividades nocturnas, mutan en modelos de patronaje más amplio y sofisticadas telas como la seda o el satén.

Todos los estilos, todos los usos, con tacón o calzado plano, todo vale a la hora de acortar la distancia hasta el verano y enseñar las piernas.

Yo ya estoy enfundada en los míos.

CORTO Y CAMBIO.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Je Suis Desolé

El lunes fuí a comprar a Madrid para descubrir, con toda la tristeza de mi corazón, que efectivamente las tiendas Hazel han quedado bajo mínimos.

A finales del 2.010 empecé a oir cómo la crisis les había afectado, cómo cualquier previsión de nueva apertura se había disipado hace tiempo y ya en enero supe que el año había comenzado con cierres pero no imaginé que llegarían a mayo con sólo dos tiendas.




Para mí ir a Madrid y visitar Hazel siempre ha estado unido.

Volver a Barcelona sin comprar (así fuera un broche) no estaba contemplado porque, desde que los descubrí en un viaje, mi visita a la casa se convirtió en un ritual.

La primera vez que entré y me probé unos zapatos me vi sumida en una especie de flashback (quizás influyó la tenue luz interior que contrastaba con el exceso de watios del centro comercial, o el hecho de haber elegido un modelo dos números más grandes que el mío) pero el caso es que me atrapó la sensación de tener cinco años y estar revolviendo en la ropa de mi madre.





El tamaño del local, la disposición y estilo del mobiliario y el tipo de producto invitaban a probarse collares, tocados y zapatos con la ceremoniosa calma con que harías tus pruebas en el atelier de couture.

En mi opinión, los detalles estaban lo suficientemente cuidados para sugerir la envolvente atmósfera de un pequeño showroom de hace varias décadas de la zona alta de cualquier ciudad.




Los motivos florales ausentes de color impresos en bolsas y cuadros tan art decó como muchas de sus prendas, los maniquíes tipo antigua sastrería exponiendo las en apariencia piezas únicas, esa mezcla de boutique parisina con el dressing room de mi madre conferían un reforzado efecto vintage a sus diseños.





El resultado era aparente o cuando menos coqueto pero no llegó a ser suficientemente apreciado.

Por como se desvanece Hazel, como mi infantil recuerdo, hoy JE SUIS DESOLÉ.

lunes, 9 de mayo de 2011

La Moda Nace En Oriente Y Se Pone En Occidente

Este concepto no está basado en el simple hecho de millones de prendas acuñadas por el incesante "Made in China" (o su renovada versión "Made in RPC") sino más bien en la fuente de creación en que se ha convertido el gigante asiático.





Hace ya varios años que los viajes a Oriente me han permitido comprobar que, más allá de su papel de meros operarios fabricantes, han pasado a convertirse en grandes exportadores de tendencias (prendas y estilos que se han paseado allí hasta un año y medio antes de llegar a Europa).




Como gran consumidor de moda que es Japón ha llegado a monopolizar el mestizaje de estilos y presupuestos alimentando las tendencias occidentales con mezclas tan propias de una "lolita nipona" (un vestido babydoll o una prenda lencera de la mano de unos sexuales peep toes) como de una turista de clase media de Tokyo (calzado e indumentaria pseudodeportiva combinados con cualquiera de los imprescindibles de Loewe, Vuitton o Gucci).




Pero retomando el tema de su histórico archienemigo y la evolución de su moda en los últimos años hemos pasado en un tiempo relativamente corto de los espartanos uniformes Mao (a excepción de preciosos vestidos tradicionales como los que se dejan ver en films como Tierra amarilla o Balzac y la joven costurera china) a impecables total look que inundan las calles más lujosas de Shanghai (no pongo como ejemplo Hong Kong a fin de evitar el recurrente comentario: "Hong Kong no tiene nada que ver; es absolutamente británico")





El capitalismo, como consecuencia el consumismo, y lo hermético de su carácter está no impulsando, sino propulsando, el desarrollo de su alta costura, prêt à porter (quién no desea custodiar un Qi Gang en su vestidor) y la expansión de cadenas que aspiran a arrebatar la universalidad al grupo Inditex (de hecho, recientemente han enviado una reprimenda al Sr. Ortega vía un estudio que pone en entredicho la calidad de sus productos).

La nueva clase ejecutiva quiere desvincularse de su era de las falsificaciones, de la fabricación por encargo y de la propia como símbolo de ropa de bajo nivel económico).




¿Llegará el día en el que la moda china sea "Made in Occident"?

jueves, 5 de mayo de 2011

El Animal que Llevamos Dentro (¿o Fuera?)

Hace ya varias temporadas que el leopardo se instaló en nuestro fondo de armario como atractivo animal de compañía.

Y es que, afortunadamente, el animal print dejó de ser una especie en extinción y con él reaparecieron una suerte de serpientes, cebras  y jirafas que hacen las delicias de cualquier "jungla de asfalto" que se precie de serlo.




¿Qué hay más urbano que unos elegantes zapatos de leopardo que contagian el andar felino a nuestros pasos?

¿Y el lujo de acariciar un bolso como si de Babou (el ocelote que perteneció a Dalí) sentado en nuestro regazo se tratara?




Siempre he pensado en el punto animal print de los satin black leggings (sin olvidar los tupidos panties "piel de gato" de mi madre que tanta fascinación me provocaban) porque, ¿no consiguen al fin y al cabo reproducir en nuestras piernas las sinuosas formas de la Mujer Pantera?




Completando esta particular fauna digna de un papel en Memorias de Africa no dejemos de lado los glamourosos cocodrilo, pitón y avestruz , que en bolsos y zapatos de acabados  impecables inundaron las tiendas y armarios más elegantes en los años 50 y 60, espectacularmente reproducidos hoy en día en cuero grabado al que se da forma en complementos de todo tipo.






Da rienda suelta a tu instinto animal, caza el que mejor te sienta y disfruta de las fieras man-made.


martes, 26 de abril de 2011

Estilo Des-bordado

Vuelvo a la vida diaria tras las vacaciones (mi vista y mi tacto no han descansado; el mundo está lleno de ropa bonita) con el agradable regusto que deja el contacto con prendas de coqueta confección y, analizándolo ahora, me he dado cuenta que todo lo que me ha llamado la atención tiene un denominador común, los bordados.

Y es que si existe algo plural dentro de la pluralidad de la moda es el mundo del bordado.

Colores y motivos que adornan cualquier tipo de prenda de cualquier estilo.

A las prendas setenteras, étnicas y hippies les confiere ese inequívoco punto näif que provoca una atención casi infantil hacia las coloridas flores (la inocente imagen de Goldie Hawn en Butterflies are free)




En las prendas de estilo vintage y lencero, sin embargo, el efecto es justamente contrario; sea un bordado de máquina o manual transmite esa sensación de un trabajo artesanal llevado a cabo con paciencia y delicadeza por manos expertas, que en el caso de las casacas y prendas militares se traduce en un efecto absolutamente contundente (chaquetas de terciopelo adornado que te convierten en la versión femenina de Miguel Strogoff)




No olvidemos tampoco la musicalidad que acompaña a las prendas de inspiración folklórica (boleros que se adornan con motivos tiroleses, motivos florales de clara inspiración flamenca, y los sobrios diseños orientales)




Bordados, brocados y aplicaciones, elegantes valores seguros en estos meses de celebraciones.

No esperes a la boda del año y házte con el tuyo. ¡Lo bordarás, seguro!

jueves, 14 de abril de 2011

¡Estás de Cine!

Para esta temporada primavera/verano los indiscutibles éxitos de cartelera son Una Habitación con Vistas, Laughing Boy e Indochine.

Una Habitación con Vistas. Los encantadores broguies dan paso a delicadas blusas victorianas y el encaje es llevado a sus últimas consecuencias.

Me encanta el regreso de los T-bar shoes.



Laughing Boy. Lino, estampados y complementos navajos, ante, flecos, mocasines, tejidos multicolor y plumas.



Indochine. Sombrillas, rojo, seda, la combinación oro/negro, los kimonos... Un guiño a las glamurosas influencias orientales del París de Henry y June y a las elegantes pin-up japonesas de los 40-50.




En mi opinión quien mejor ha sabido presentar estas tendencias ha sido Ralph Lauren. Me encanta cómo combina las blusas bordadas con accesorios navajos; la ropa lencera y el encaje con chaquetas tejanas.




Si no se abusa de los complementos y superposiciones el resultado es un impecable country chic.

Para el otoño/invierno se reserva la combinación de las blusas de encaje, que tanto juego nos están dando esta primavera, con densas chaquetas de terciopelo de clara inspiración eduardiana, y las prendas de inspiración oriental.

Pero ésto queda muy lejos y de momento lo que nos ocupa son los imprescindibles de esta temporada, sin olvidar los must-have del verano: blanco ad-lib, rayas marineras, kurtas, kaftanes... Todo un lujo de ideas.

martes, 5 de abril de 2011

Vestida para Matar

Es un término muy ambiguo que abarca multitud de posibilidades y que jamás debe ser interpretado literalmente llevándonos a echarnos a las calles vestidas cual Dianas Cazadoras.

Vestida para matar implica muerte por admiración (o como la cara B de ésta, envidia pura y dura) o bien por sobredosis de mal gusto.

EL EXCESO EN EXCESO ES EXCESIVO.

Una de las celebrities que mejor acuña esta frase, en el sentido más positivo de la misma, es Kate Moss. ¿Qué no se habrá dicho de ella?

Supongo que el secreto a voces de su éxito es la ausencia de prejuicios a la hora de elegir y lo imprevisible de sus actos.

Con igual elegancia intrínseca pasea un lustroso modelo haute couture que una falda de crochet recién redimida de su exilio de 20 años en un armario de Mornington Crescent. Es como si la ropa y ella se eligieran mutuamente.

¿Cómo la heroína anti-fashion ha conseguido liderar varias legiones de fashion-victims?

Porque el estilo real, no el de artificio, es como un perfume agradable, te envuelve sin marear. Y Kate lo tiene.

Lo tiene, porque compra lo que de verdad le gusta, sin pretender una imagen; porque no discrimina una prenda por procedencia ni una parte de su anatomía por falta de volumen (un traje extra-escote en Kate Moss evoca las prendas de elegante estrella del Hollywood de la época dorada más allá de la prosaica imagen de unas sobredimensionadas glándulas mamarias prisioneras en un vestido).


El punto diferencial de la elegancia natural es la ausencia de la persecución de la misma.

La naturalidad con que pasean su estilo, con que eligen sus prendas es lo que les hace elegantes.

SOMOS LO QUE VESTIMOS

Y en definitiva Kate es, como este blog, DIVINA Y HUMANA.