martes, 26 de abril de 2011

Estilo Des-bordado

Vuelvo a la vida diaria tras las vacaciones (mi vista y mi tacto no han descansado; el mundo está lleno de ropa bonita) con el agradable regusto que deja el contacto con prendas de coqueta confección y, analizándolo ahora, me he dado cuenta que todo lo que me ha llamado la atención tiene un denominador común, los bordados.

Y es que si existe algo plural dentro de la pluralidad de la moda es el mundo del bordado.

Colores y motivos que adornan cualquier tipo de prenda de cualquier estilo.

A las prendas setenteras, étnicas y hippies les confiere ese inequívoco punto näif que provoca una atención casi infantil hacia las coloridas flores (la inocente imagen de Goldie Hawn en Butterflies are free)




En las prendas de estilo vintage y lencero, sin embargo, el efecto es justamente contrario; sea un bordado de máquina o manual transmite esa sensación de un trabajo artesanal llevado a cabo con paciencia y delicadeza por manos expertas, que en el caso de las casacas y prendas militares se traduce en un efecto absolutamente contundente (chaquetas de terciopelo adornado que te convierten en la versión femenina de Miguel Strogoff)




No olvidemos tampoco la musicalidad que acompaña a las prendas de inspiración folklórica (boleros que se adornan con motivos tiroleses, motivos florales de clara inspiración flamenca, y los sobrios diseños orientales)




Bordados, brocados y aplicaciones, elegantes valores seguros en estos meses de celebraciones.

No esperes a la boda del año y házte con el tuyo. ¡Lo bordarás, seguro!

jueves, 14 de abril de 2011

¡Estás de Cine!

Para esta temporada primavera/verano los indiscutibles éxitos de cartelera son Una Habitación con Vistas, Laughing Boy e Indochine.

Una Habitación con Vistas. Los encantadores broguies dan paso a delicadas blusas victorianas y el encaje es llevado a sus últimas consecuencias.

Me encanta el regreso de los T-bar shoes.



Laughing Boy. Lino, estampados y complementos navajos, ante, flecos, mocasines, tejidos multicolor y plumas.



Indochine. Sombrillas, rojo, seda, la combinación oro/negro, los kimonos... Un guiño a las glamurosas influencias orientales del París de Henry y June y a las elegantes pin-up japonesas de los 40-50.




En mi opinión quien mejor ha sabido presentar estas tendencias ha sido Ralph Lauren. Me encanta cómo combina las blusas bordadas con accesorios navajos; la ropa lencera y el encaje con chaquetas tejanas.




Si no se abusa de los complementos y superposiciones el resultado es un impecable country chic.

Para el otoño/invierno se reserva la combinación de las blusas de encaje, que tanto juego nos están dando esta primavera, con densas chaquetas de terciopelo de clara inspiración eduardiana, y las prendas de inspiración oriental.

Pero ésto queda muy lejos y de momento lo que nos ocupa son los imprescindibles de esta temporada, sin olvidar los must-have del verano: blanco ad-lib, rayas marineras, kurtas, kaftanes... Todo un lujo de ideas.

martes, 5 de abril de 2011

Vestida para Matar

Es un término muy ambiguo que abarca multitud de posibilidades y que jamás debe ser interpretado literalmente llevándonos a echarnos a las calles vestidas cual Dianas Cazadoras.

Vestida para matar implica muerte por admiración (o como la cara B de ésta, envidia pura y dura) o bien por sobredosis de mal gusto.

EL EXCESO EN EXCESO ES EXCESIVO.

Una de las celebrities que mejor acuña esta frase, en el sentido más positivo de la misma, es Kate Moss. ¿Qué no se habrá dicho de ella?

Supongo que el secreto a voces de su éxito es la ausencia de prejuicios a la hora de elegir y lo imprevisible de sus actos.

Con igual elegancia intrínseca pasea un lustroso modelo haute couture que una falda de crochet recién redimida de su exilio de 20 años en un armario de Mornington Crescent. Es como si la ropa y ella se eligieran mutuamente.

¿Cómo la heroína anti-fashion ha conseguido liderar varias legiones de fashion-victims?

Porque el estilo real, no el de artificio, es como un perfume agradable, te envuelve sin marear. Y Kate lo tiene.

Lo tiene, porque compra lo que de verdad le gusta, sin pretender una imagen; porque no discrimina una prenda por procedencia ni una parte de su anatomía por falta de volumen (un traje extra-escote en Kate Moss evoca las prendas de elegante estrella del Hollywood de la época dorada más allá de la prosaica imagen de unas sobredimensionadas glándulas mamarias prisioneras en un vestido).


El punto diferencial de la elegancia natural es la ausencia de la persecución de la misma.

La naturalidad con que pasean su estilo, con que eligen sus prendas es lo que les hace elegantes.

SOMOS LO QUE VESTIMOS

Y en definitiva Kate es, como este blog, DIVINA Y HUMANA.